1
Ya ha pasado bastante tiempo. Ahora tengo 4 años. Me he sentido muy cómodo.
Puedo hablar con más claridad y entiendo mucho mejor el idioma de este mundo.
En mi anterior vida nunca me había sentido de esta manera, todo fluye con naturalidad.
Aunque me sienta así, aun hay algo que me preocupa. La magia.
Realmente no se mucho al respecto y nunca he oído algo de mis padres o incluso de Lucy sobre el asunto.
¿Y si no tengo magia?
Puedo estar cómodo, pero la idea de crear hechizos y hacer travesuras no estaba mal.
Al descubrir que había magia me había emocionado mucho, aun lo estoy. Admito que nunca he tratado de averiguar si realmente puedo hacer hechizos o no.
Es mi culpa en parte así que se que es mi deber.
También no he explorado lo suficiente. Los vecinos ya me conocen, pero a simple vista este mundo tiene muchas más fronteras y lugares fantásticos.
Mi padre había mencionado que este era un Reino, debe haber otros por ahí. Lucy tampoco sabe mucho de la situación, así que simplemente tendré que esperar a crecer un poco más o que mis padres me lleven de viaje.
Imagino este mundo lleno de bastos océanos y grandes desiertos, bosques, caballeros, hadas y animales exóticos.
Aun así, es tranquilo vivir aquí.
Con solo ver el cielo me trae tanta calma, un mundo de fantasía me espera.
¿Será que al ser niño, mi curiosidad es mucho más grande?
Probablemente si. También que reacciono a cosas que un adulto o joven no reaccionaría, además de que tengo ideas y mucha creatividad.
Aunque no me gustaría la idea de volver a una escuela, es triste no poder relacionarme con más personas de mi edad.
También he tenido muchas pesadillas. Las mismas de siempre. Una pequeña que decía profecías aterradoras.
Eso también me da mucha intriga. Al pensarlo con cabeza fría, este es un mundo de magia, así que cualquiera cosa podría ser posible.
Tal vez al ser de otro mundo, tenga una especialidad o don, la idea de que simplemente mi alma haya venido hasta aquí es muy simple.
Pero no voy a preocuparme por eso.
***
Mi padre, August Quinn, un hombre el cual me da curiosidad. Después de lo que menciono meses atrás, es increíble pensar que pasó de ser un líder de caballeros a solo un hombre de campo.
Aunque sea un niño, mi padre me enseña como blandir una espada.
En un día muy azul y bastante bello, estábamos a las fueras de nuestra casa en un campo lleno de pasto y nada más. No era lejos y estaba con mi padre.
—Toma la espada, hijo.
Al tomar la espada mire fijamente a mi padre y el tenía una mirada penetrante.
No había practicado mucho, pero si sabia algunos movimientos, y como en mi vida pasada sabía algo de artes marciales puedo moverme algo.
¿Esto es otra práctica o es una batalla real?
Comencé a sudar y en el momento menos pensado, me había desconcentrado y...
¡PAM!
El sonido de nuestras espadas de madera hacia eco con el ambiente, como si solo fuéramos nosotros dos en la arena de combate.
Sus movimientos eran rápidos y ágiles, aunque tenga un cuerpo de niño, también puedo ser rápido, pero hay algo en mi que piensa que no lo esta dando todo.
Mientras me atacaba, su espada va hacia mi costado, logrando golpearme, el impacto me llevó con fuerza hacia atrás.
Es muy doloroso. No sentí toda su fuerza, sabia que se estaba conteniendo y aún así duele demasiado.
Trate de levantarme pero no pude.
Espera... no ha terminado.
El viene hacia a mi.
Lo único que podía hacer es cubrirme el rostro con mis dos manos, y al hacerlo.
¡PUM!
¿Que sucedió? ¿Se detuvo?
Tenía los ojos cerrados y no estaba totalmente seguro de abrirlos. Cuando al fin los abrí vi que mi padre estaba tirado en el suelo y en una distancia bastante amplia.
—Ja. Increíble.
¿Padre?
—No sabias que podías hacer ese movimiento, hijo.
¿Que movimiento?
No notaba nada. No entendía nada.
—Me lanzaste con una corriente de aire.
Lo dijo mientras se me acercaba.
Quiere decir que... si puedo crear hechizos. ¡Puedo hacer magia! ¿Pero como? Nunca aprendí o leí algo de como realizar un hechizo.
—Vamos, tenemos que decirle a mamá y a Zara, pero aún no hemos terminado.
Durante ese tiempo luchamos un poco, pero no logré realizar de nuevo el hechizo. Pudo ser algo instintivo y nada más.
Tenía que tomarlo con calma, no sabía lo que podía pasar o suceder.
Después de eso, tomo mi mano. Fuimos caminando juntos hasta nuestro hogar. No entendía el porqué mi reacción era normal.
Mi cerebro pequeño lo está procesando.
Pero se sentía bien, realmente no esperaba hacer algo así. Me siento especial, como si pudiera dominar el mundo. ¡Genial!
Ya de noche, hubo una corriente de lluvia muy fuerte. El frío se sentía bastante, gracias a que en casa había chimenea no teníamos problema con el frío.
Papá le dijo a mamá que yo podía hacer hechizos y mi madre se emociono bastante.
Saltaba como loca.
—Estoy orgullosa de ti, Alphard.
Ella me da un abrazo con mucha emoción.
Zara también estaba contenta.
Lo que si estaba pensando era cómo volverlo a realizar, tal vez le pregunte a Zara como se realiza un hechizo.
Era curioso, creo que si en mi vida pasada hubiera sucedido esto, estaría corriendo por las calles de Kyoto gritando de felicidad. Las lágrimas caen de mi ojo derecho.
Hay una calma en mi corazón que no puedo evitar... realmente debo aprovechar esta oportunidad.
***
Mi madre fue poco a poco guiándome en el camino de la magia. Ella me enseñaba algunos hechizos aunque creía que iba a ser mucho más fácil, la realidad es que no.
Zara también me enseño a base de algunos libros, pero no lograba entender nada.
Toma tiempo y control hacer medianamente bien un hechizo.
Los encantamientos son largos, se dice que aquellos con un gran poder tienen la capacidad de hacer los hechizos sin necesidad de encantamiento. Pero con practica se podría llegar a ese nivel.
Hay tres ramas de hechizos. Ataque, Invocación y Curación.
Algunos son de ataque y otros de defensa pero cada uno es fundamental en el mundo mágico y en la historia de este planeta.
Antes de todo, habían cuatro dioses que controlaban y mantenían el orden en el universo. Un día decidieron crear a un mundo lleno de vida.
Crearon animales, plantas, y todo lo que existe.
Pero su creación más grande era aquellos seres que tenían inteligencia y sabiduría.
Se dividían en dos.
Los humanos, monstruos y semihumanos eran parte de la raza Humanitus. Aquellos que aunque no poseían poder mágico tenían algo similar, aún así tenían fuerza y mucha inteligencia a la hora de sobrevivir.
Y los semibestias, ángeles, semidioses, dragones y hadas, eran los que si tenían poder mágico, eran parte de la raza Draconian y aunque su fuerza física no era igual a la de los humanitus, aún así tenían también mucha inteligencia y creatividad.
Aunque los humanitus si podrían hacer magia a través del maná, pero este era limitado.
Mientras que el poder mágico es similar al maná pero su uso es infinito. Aquel que tenga poder mágico, nunca se cansará pero nunca podrá evolucionar.
En cambio, los que portan maná, aunque su maná pueda acabarse, ellos pueden evolucionar su magia y hacerla más poderosa o duradera.
Los dioses estaban contentos y para mantener el orden en el mundo, creo cuatro tipos de magia, Agua, Aire, Fuego y Tierra.
El Aire: Es para la defensa y no para el ataque, se usa para dar oxígeno a todo lo que existe y lo que hay.
El Agua: Es la fuente de vida, pero también sirve para atacar ha aquellos que quieran destruir el orden establecido de el ciclo de la vida.
La Tierra: También es uan fuente de vida y las veces que sea necesario, sea capaz de dar defensa y nutrición a toda la vida.
El Fuego: Es el más poderoso, sirve absolutamente para ataque y también para dar luz en tiempos de oscuridad.
Para cada tipo de magia hay una conjuración dependiendo de el nivel que estés.
Hay ocho niveles de experiencia: Aprendiz, Defensor, Medio, Avanzado, Experto, Santo, Divino y Dios.
Aquellos que estén en nivel Dios en cualquier rama o tipo de magia, eran considerados seres divinos que podían crear o destruir el mundo a su antojo.
Todos estos datos me los dijo mi madre en las clases. Aunque es interesante, tambien a traves de la lectura, podria aprender muchi más.
Mi madre una vez menciono que los humanos a través de el tiempo lograron tener poder mágico, pero eran híbridos entre razas y su lapso de vida era corto.
Al igual que el resto de los Humanitus.
Aunque es útil, la que más es utilizada es la de ataque y de curativa.
La magia de invocación es muy rara de ver.
2
En una tarde colorido y hermosa, con un sol brillante y un cielo azul resplandeciente, hacia juego con aquella chica que se postraba encima de la colina. Su cabello rubio y sus ojos rojos color carmesí, la hacia ver tan hermosa y con su vestido del mismo color reflejaba lo bella que era.
Ella se acercaba a mi con rapidez. Una velocidad increíblemente veloz.
¡PUM!
Ella se abalanzaba hacía mi. Me da un abrazo fuerte y al mismo tiempo afectuoso.
—Te extrañe.
Dijo Lucy con lágrimas en los ojos.
Mientras estaba en clases con mi madre y padre, ella había salido fuera de la aldea.
Según lo que me había dicho ella era porque sus padres estaban cerca de él reino y iba a visitarlos. Ella vive con sus abuelos que son muy agradables.
—Yo también te extrañe, Lucy.
Sentía un alivio. Al verla de nuevo fue algo bastante bonito, cosa que nunca había sentido antes.
—¿Como estuvo tu visita?
Dije mientas ella no deja de abrazarme.
—¿Sucede algo?
Ella me suelta y limpia sus lágrimas.
—No, no pasa nada, solo que...
Lucy, tiene la cabeza agachada, como si estuviera siendo castigada o como si se sintiera triste.
—Prométeme que no me dejaras.
—¿Por qué lo dices? Claro que no te dejare.
Mi preocupación se había activado y al parecer ella tenía algo que decirme.
No sabía que era, pero si me preocupaba bastante.
—Mis padres... mis padres viven fuera de la aldea. Hay una academia de magia y ellos quieren que vaya a esa escuela, para que este más cerca de ellos, pero... ¡No quiero!
Ella se abalanza nuevamente hacia mí, comenzando a llorar nuevamente.
No sabía que pensar o que decir.
No quería que ella se fuera y me abandonará, era alguien especial para mi, nunca había sido tratado así por alguien.
Ella es hermosa, juega conmigo y le gustan las flores.
¿Estoy llorando también? ¿Que acaso mi vida era perfecta gracias a ella?
Creo que no he madurado en absoluto.
—No- no llores.
Ella limpia mis lágrimas con sus delicadas manos. No quiero que nadie más se vaya de mi vida. No quiero estar solo de nuevo.
Mis padres... me quieren mucho, pero, ¿Y si ya no me amarán más?
Comenzamos a llorar juntos toda la tarde. Lo que iba a ser un encuentro esperado termino siendo en una noticia triste para ella y para mi.
Cuando sea mayor, ella conseguirá a un tipo que sea musculoso y guapo. Conocerá más amigos.
Al día siguiente ella y yo jugamos por la tarde.
Lo que había sucedido el día anterior lo habíamos olvidado de inmediato. Sabíamos que no podíamos hacer nada con su situación.
Era un beneficio para ella ya que podría aprender magia, nunca la he visto crearla, al menos que tenga timidez en mostrarla o no tenga poder mágico.
—Oye Lucy, ¿Puedes hacer magia?
Ella voltea su mirada hacia mi y se sonroja mucho. Es bastante tierna.
—P- pues yo no sé.
Ella pone sus manos en su falda y comienza a moverlas en ella.
Creo que estaba incomoda. Mejor no diré nada.
—Lo siento Lucy, no quería hacerte incomodar. Podemos seguir jugando.
—¡No!
Ella grita fuertemente aunque su dulce y pequeña voz impedía que no se escuchara adorable.
—Yo-yo si puedo hacer magia.
—¡Increíble!
Ella me mira con extrañeza, como si dijera algo raro.
—Yo también puedo hacer magia.
—¿Enserió?
¿Le brillan los ojos? ¿Por qué hay estrellas en sus ojos?
No puedo evitar verla, es muy linda y adorable.
—¡Si!
Ella comienza a dar pequeños saltos de emoción. Nunca la había visto de esa manera.
—Somos geniales.
—Alphard ¿Aprenderemos a hacer magia juntos?
—Si.
—Prométeme que cuando nos volvamos a ver jugaremos juntos con hechizos.
—¡Si, claro que si!
Dije con una sonrisa reluciente.
Durante el resto del día jugamos y corrimos por todos lados.
A perseguirnos, a las escondidas o hacer caras graciosas.
Fue un día increíble.
...
¿Quien dijo eso? ¿Que sucede?
Mire al mi alrededor y no había nadie en mi habitación.
Tal vez el enojo o la tristeza hizo que escuchara eso.
Dije mirándome al espejo, mientras la noche alumbra toda mi vista.
Espera, yo estoy aprendiendo magia. ¿Y si le digo a mis padres que me lleven a esa academia, no solo sería para estar con Lucy sino que también podría conocer y explorar este mundo.
Si. Nunca pensé eso, de hecho creía que no existan las escuelas, pero parece que si.
A Lucy también le gustará la idea.
Al poco tiempo me acosté a dormir. Había olvidado en un instante el objetivo que me propuse al recordar que estaba cerca mi despedida con Lucy.
¿Que estará haciendo Mei-chan? Me pregunté.
La vida aquí es alegre. Pero aun así, también extraño a ciertas personas en mi vida pasada.
Tal vez estarán bien, ya debí haber pasado tiempo.
***
Era una mañana lluviosa, el sol estaba nublado y la fuerte sinfonía de la lluvia traía una sensación de calma y de relajación.
Estaba tranquilo.
En un desayuno exquisito y un ambiente templado, estaba emocionado, le iba a decir a mis padres sobre la idea que tenía.
—Papá, Mamá.
—Dinos, Alphard.
Dijeron ambos al unísono.
—Quiero ir a la academia de magia.