Ficool

KŌRI NO MAJUTSU-SHI

FOREVER_1S
7
chs / week
The average realized release rate over the past 30 days is 7 chs / week.
--
NOT RATINGS
13.6k
Views
Synopsis
En un mundo donde la magia y las leyendas se entrelazan, Yukari, la Bruja de Hielo, lleva consigo el peso de un pasado olvidado. Hija del dios dragón, ha sido rechazada por su linaje y condenada al olvido. Renacida tras un sacrificio que la transformó en un ser legendario, ahora recorre un mundo que la venera sin saber la verdad detrás de su origen. Un pasado sellado que podría cambiarlo todo. Pero no está sola en su búsqueda. Hideki, un joven que renació tras una vida trágica en Japón, se ve arrastrado a este mundo lleno de magia, destinos y guerras por una misión imposible. Su objetivo: sellar los poderes de las hijas del dios dragón, incluida Yukari. Para lograrlo, debe ganarse sus corazones y luego arrebatárselo todo. Sin embargo, en un mundo de magia y traiciones, la verdadera lucha no está en los campos de batalla, sino en lo que se esconde en los rincones más oscuros de su alma. A medida que los reinos se alzan y el futuro se ve empañado por el caos, Hideki se enfrenta a un dilema más profundo: ¿será capaz de cumplir su misión, sabiendo que eso podría destruir a aquellos que comienza a amar? En un viaje de magia, sacrificios y secretos ocultos. Porque a veces, salvar al mundo significa destruir lo que amas.
VIEW MORE

Chapter 1 - La Guerra que Cambió el Destino de Azran

Hace más de dos décadas, el Reino de Azran estaba al borde del colapso.

La economía se desmoronaba, los recursos eran escasos y el invierno azotaba con una crudeza sin precedentes. Sin dinero para pagar a los mercenarios ni para reforzar las defensas, las tropas del reino se vieron reducidas a su mínima expresión. Fue entonces cuando el Imperio de Iskers, como un lobo hambriento ante una presa herida, decidió atacar.

En lo alto del castillo, el rey de Azran convocó a sus siete generales en el Salón de los Cristales, un lugar sagrado iluminado por un candelabro mágico que proyectaba sombras inquietantes en las paredes. Bajo aquella luz temblorosa, el monarca pronunció las palabras que ninguno deseaba oír:

—Iskers nos ha declarado la guerra.

El silencio se hizo sepulcral. Los generales se miraron entre sí, comprendiendo que la caída del reino era solo cuestión de tiempo.

Las Siete Órdenes del Reino eran su última esperanza:

Primera Orden: Glesiers

Líder: Lord Reinhardt von Glacius

Caballeros mágicos de élite, encargados de la seguridad de la familia real y la estabilidad del reino.

Segunda Orden: Orden de Seiryu

Líder: Maestro Yukishiro

Hechiceros y controladores de espíritus. Su intervención era rara, pero decisiva.

Tercera Orden: Genbu

Líder: General Balgard

Escudo de Azran. Guerreros casi impenetrables en defensa.

Cuarta Orden: Kōri no Kage (Sombra Helada)

Líder: Sombra Nocturna

Asesinos invisibles. Cuando los veías, ya era demasiado tarde.

Quinta Orden: Blue Dragons

Líder: Archimago Weiss

Magos de poder arcano descomunal. Un solo conjuro podía borrar una división enemiga.

Sexta Orden: Rising Flower (Flor Naciente)

Líder: Princesa Airi

Caballería mágica especializada en defensa y ataque. Protectores del castillo real.

Séptima Orden: Orden de Azran

Líder: Comandante Siegfrid

La vanguardia. Portadores de armas mágicas capaces de desatar poderes únicos… al precio de la mitad de su magia vital.

Pero ni siquiera con las siete órdenes en pie, las probabilidades estaban a su favor. El enemigo los superaba cinco a uno.

El rey, con la mirada perdida y el corazón en vilo, dejó escapar la pregunta que pesaba en todos:

—¿Cómo se gana una guerra que ya está perdida?

Entonces, una voz suave pero firme rompió el silencio.

—Aún no está perdida.

Todos se voltearon al mismo tiempo.

En la entrada del salón, iluminada por la luz de la nieve que entraba por los ventanales, una figura se alzaba. Su manto blanco flotaba suavemente, como si el aire mismo la protegiera. Su cabello plateado descendía en ondas hasta la cintura, y sus ojos azules brillaban con un fulgor que no pertenecía a este mundo.

—¿Quién eres tú? —preguntó el rey, sin disimular su desconfianza.

Ella dio un paso al frente. El ambiente se volvió gélido. Pequeños copos de nieve comenzaron a flotar a su alrededor.

—Una simple viajera —respondió con una leve sonrisa—. Pero si aceptan mi ayuda, les mostraré cómo derrotar a Iskers.

Los generales sintieron un escalofrío recorrerles la espalda. Esa mujer… no era humana.

Era la Bruja de Hielo.